Qué hacer en Stavanger
Después de pasar un día completo de ruta atravesando Dinamarca para llegar a la punta más nórdica
y cruzar a Noruega por Hirshals a Kristiansand nos despertamos el 20 de
Agosto con ansia de llegar a Stavanger a tomar una ducha y salir del
auto. El ferry había salido una hora más tarde demorado por las condiciones del Mar del Norte, que estaba muy revuelto y con un
viento insoportable. Mala señal fue cuando nos sentamos y nos ofrecieron unas
pastillas para el mareo y nos dejaron bolsas para vomitar por todos lados.
Hubieron varias víctimas de los mareos, yo por suerte logre dormirme y no sentí el
mega vaivén del ferry en la noche nórdica.
Salvo por Oslo todo lo que sea Noruega va a
ser de mucho paisaje por tanto difícil de describir pero sin dudas uno de los paisajes mas lindos del mundo, mas alla del frio y lluvia del
fradulento “verano europeo”. A la
tarde temprano llegamos a la ciudad Stavanger, nos quedamos en un camping a las
afueras de la ciudad. Muy prolijito y lo mas lindo de todo tenia un lounge
común con mesas, sillones y calentito.
21 de Agosto
Arrancamos el día en dirección al Fiordo Lyse
donde esta la famosa Preikestolen. Por
suerte el día estaba soleado y los paisajes están
divinos, llenos de lagos con el agua que reflejaba las montañas, montes verdes
y sus pinos, y es muy gracioso porque los techos de algunas cabañitas están
camuflados de pasto verde.
A eso del mediodía llegamos a la base de la
plataforma de piedra de 30 metros Preikestolen. Esta a 600 metros del nivel del
mar y a 3.800 metros del punto de partida. Se imaginaran que fue un trekking
matador llegar hasta la plataforma. Por suerte las paradas en el camino eran
impresionantes a medida que ascendías y empezabas a percibir la altura y los
precipicios, cascadas a lo bajo y alguna otra en el camino por lo que hacia el
sendero un poquito peligroso. Después de 2 horas llegamos a la cima. La
vista y el vértigo sin palabras, solo por fotos se puede describir lo que estar
encima de la roca viendo el fiordo abriéndose a tus pies. Algo muy gracioso es
que tirabas algo como hojas al precipicio y volvían volando en forma de
remolino. Lamentablemente no hubo voluntarios para tirarse a ver si sucedía el
mismo efecto!
Después de descansar un poco y memorizar el paisaje
emprendimos la bajada que no fue tan sufrida como la subida pero necesito
esfuerzo, este si es el ultimo trekking que hago por unos cuantos años.
Seguimos el tour en dirección norte a Odda. Un
trayecto de lo más montañoso, lleno de túneles y sinuoso. Estuvimos unas
cuantas horas en llegar para encontrarnos con una ciudad dormida, como todo en
Noruega termina a las 17 pm y terminamos cenando en un “carrito” donde la
hamburguesa salía carisima ydurmiendo en un descampado
encima de una loma a las afueras de la ciudad.
Salimos de la ciudad y fuimos a pasar el
mediodía y tarde a Bergen. En el
camino de vuelta los paisajes verdes y con laguitos, hasta con una cascada en
la ruta. Como no podía ser de otra manera llegamos a Bergen y empezó a llover,
pero la ciudad super pintoresca. Lo mas famoso es un conjunto de casitas de
madera que dan al puerto donde habían varios de los cruceros que dan el paseo
marítimo por los fiordos. Pero también tiene un parque, las callecitas, una iglesia
encima de una escalinata, una feria de frutos del mar y cosas con alces, icono
del país.
Nuestro objetivo de ruta era mas al norte asi que a la tardecita
emprendimos ruta, pasamos por Voss y algún que otro pueblo fantasma ya que por la
hora todito cerrado, hasta las estaciones de servicio. Bastante lluvia pero
seguimos ruta nocturna intentando acercarnos al norte, dormimos de vuelta en un
estacionamiento en un lugar “x” por el camino.
Qué hacer en Geiranger
23 de Agosto
Salimos para Geiranger! El paisaje cada vez más agreste, cada vez más árido y
helado. Ya se visualizan glaciares y menos vegetación. Saltos de agua desde la
altura, lagos con agua de colores que daban a entender que venían de agua
nevada, picos nevados. Caminos
escarpados y sinuosos. Primer accidente automovilístico de una de las camionetas de
nuestra caravana. Hay muchos pasajes en la ruta que solo se podían pasar de a uno, al hacer marcha atrás estalló el parabrisas de atrás contra la montaña. Después de un
acomodo temporal seguimos viaje. La entrada a Gerianger fue de lo más
serpenteante. Había que subir una montaña sinuosa y bajarla y ahí en el valle
se veía la entrada de otro fiordo, el brazo de agua abajo rodeado de las
paredes de la montaña, el pueblo muy chiquito salvo hoteles y un camping. Los
cruceros flotando plácidamente en el agua. Nos quedamos en un camping
lindo pero sí que hizo frio esa noche, por suerte salió olla popular de pasta para entrar en calor.
24 de Agosto
De mañana nos tomamos un ferry que nos paseo
por el fiordo y vimos las granjas en la montaña, las cascadas, la inmensidad de
cada fiordo solo se explica en imágenes. La costa de Noruega se divide en
secciones de fiordos, así cada región se llama de acuerdo al fiordo. Después
del paseíto al mediodía íbamos a nuestro destino mas nórdico del viaje, al
camino de los “trolls”: Trollstigen. Los trolls son parte del folklore escandinavo
y son pequeñas personitas que guardan tesoros y tienen grandes y viven cientos
de años. En el camino varias paradas panorámicas, la vista del fiordo desde
arriba, una cascada, lagos que eran como un espejo. Cada vez mas árido el
paisaje, mas rocoso, mas ventoso, mas verde musgo hasta que finalmente
llegamos. La ruta de los trolls, es uno de los puntos recomendados por la Unesco
y es una obra de ingeniería el camino y el mirador. La gracia es que desde un
mirador sobresaliente de la roca tenes toda una ruta en forma de serpiente que
baja toda la montaña en un paisaje tan agreste y que da una sensación de
sufrimiento que es increíble.
Procurando no marearnos bajamos la ruta y nos dirigimos hacia el sur camino a
Oslo. Unas horas después paramos en un camping que tenía una cabañita divina y
por primera vez en no sé cuánto tiempo teníamos cama y techo para dormir.
Qué hacer en Oslo
Llegamos a eso del mediodía, dejamos el auto y paseamos por la calle principal Karl Johan Gate que es una peatonal donde hay
muchos locales, un parquecito, una fuente, en un extremo la estación central en
el otro el Palacio Real. Nos dimos con una convención de motoqueros y vimos las
motos más grandiosas que alguna vez vi en mi vida. Fuimos
a ver la Marina con sus yates y luego al puerto donde había toda una calle
con restaurantes very top y se veía de lejos iluminada la fortaleza que tiene
la ciudad.
26 de
Agosto
Para ya nuestro poco interés en la ciudad por
sus precios y falta de atractivo se sumo un despertar con lluvia. Volvimos al centro para por lo menos hacer
algo antes de salir corriendo de Oslo. Paramos cerca de la Fortaleza y como hay
una zonita de museos entramos al Museo de Arte Moderno la verdad que era una
bizarreada, entre las exposiciones había un video de un gordo bailando desnudo.
Lo único bueno fue que regalaban unos posters gigante de una típica casita
noruega de madera, no sé que iremos a hacer con ellos pero aquí están
guardados.
Después de esto entramos al Castillo y Fortaleza de Akershus. La
fortaleza que está en una península de la ciudad al lado del puerto y cerquita
del centro fue originalmente construida como un castillo medieval en el 1300
con la función primaria de defender la capital noruega. Fue reconstruida por
Cristian IV por el 1600 en un estilo renacentista y hoy en día la usa el
gobierno como lugar de reuniones especiales. La audio guía te va llevando por
el castillo y mostrando las distintas habitaciones y las leyendas de fantasmas.
Hay un mausoleo real de la familia real actual así como del fundador, Akershus
Hakon V, con dos sarcófagos de mármol bastante impresionantes. Hay una iglesia
muy linda donde practica un grupo de músicos que le da un encanto muy particular.
Después vienen los salones decorados con tapices típicos noruegos que cuentan
alguna escena en particular, el mobiliario o los portarretratos de los
distintos personajes importantes de la época. De esta época viene la famosa
frase de “hacer una tormenta en un vaso de agua”. Ya que la hermana de
Christian IV se iba a casar con James I de Escocia y cuando estaba en alta mar la agarro una tormenta
impresionante y naufrago. Según James I una tormenta así lo tuvo que haber
hecho una bruja y así la hizo confesar que lo había hecho en un vaso de agua.
Salimos de ahí y seguimos nuestro paseo de
vuelta por la peatonal para comer algo, nos fuimos hasta el Palacio Real y sus
jardines, poco impresionante el Palacio desde afuera. Seguimos caminando y
entramos a la National Gallery que para nuestra sorpresa tenía el cuadro “El
grito” de Munch! Fue lo único que valió la pena en Oslo, aunque un poco tenue
el cuadro, tenía la idea de que tenia colores mas vivos.
La verdad que los noruegos dejan mucho que
desear en como conducen, muy desprolijos, aparte de tener una
ciudad bastante aburrida, lluviosa y cara.