Qué hacer en Rotorua
11 de Abril
3 vuelos después de haber salido de Hawaii llegamos al Aeropuerto de Auckland en la Isla Norte de Nueva Zelanda! En una caravana de 3 camionetas nos proponíamos recorrer ambas islas. Como salimos tarde del Aeropuerto no dio el tiempo de conocer Auckland ya que teníamos reservado hospedaje para esa noche en Rotorua a 4 horas de ahí. Rotorua es una ciudad que está dentro de una zona volcánica llena de geysers y boiling muds (lodo hirviendo). La ciudad estaba dormida y tenía un particular olor a azufre, era como estar dentro de una fabrica de papas fritas.
12 de Abril
Amanecimos en Rotorua. Los supermercados mucho más baratos que en Estados Unidos. La ciudad es pequeña, tiene un centro turístico (tiendas de souvenirs) y un fuerte foco en el turismo de salud (spa) relacionado a las aguas termales. Nuestro itinerario del día era ir hasta Taupo para ver las expresiones de la actividad volcánica del subsuelo y luego llegar hasta la Waitomo Caves para terminar de noche en Auckland nuevamente.
En la ruta los paisajes eran espectaculares, montañas, arboles “fern” (es el de la hojita típica) y todo tipo de pino. En el camino vimos un cartel que decía “Maori Village". En realidad abría solo de noche y el portón estaba semi abierto así que nos acercamos y dejamos el auto en el estacionamiento para por lo menos ver la entrada a la “village". Nos acercamos a la puerta y nos llaman de atrás los que quedaron en el estacionamiento de que nos estaba echando. El cuidador del lugar nos dio un sermón y una ilustración sobre la cultura Maorí. Parece que es un insulto a Nueva Zelanda entrar a una villa maorí (aunque fuera turística cómo esta, donde en la noche hacen shows) aún cuando el portón este semiabierto, que los maoríes se pueden enojar y te pueden pegar!
Después del incidente seguimos el recorrido de la Isla Norte y nos dimos con los primeros lodos hirviendo. Se ve el humito saliendo desde carretera y encontramos una entrada con un deck en el medio del bosque para mirar el barro hirviendo por la actividad volcánica del subsuelo: lodo grisáceo saltando y haciendo plop.
Seguimos adelante y nos dimos con la atracción turística Wai o tapu Maravilla Termal. Es una reserva escénica de unos 8 kms y representa el área mas grande de actividad termal en la zona volcánica de Taupo. Está literalmente cubierta por cráteres derrumbados, por piscinas de agua, lodo hirviendo y vapor. La entrada Sale 27 $ NZ y existe un sendero que recorre toda la reserva. La verdad bastante impresionante, es como caminar por el stage de una película apocalíptica. Todo con aspecto tóxico, vapores por todo lados, cráteres grisáceos y amarillos por el azufre. Un lago verde fluor por el arsénico llamado “Baño del Diablo” y una “Piscina de champagne” de mas de 70 grados centígrados, que burbujeaba y solo se veía humo y una franja naranja por el oxido de hierro. Había un par de manantiales y cascadas pero no vimos mucha fauna y no hay peces por todas las substancias químicas. Como decía un cartel todo esto era muestra de lo inestable que es el suelo, así que a no apartarse de los caminitos.
Qué hacer en la Reserva Ruakuri
Seguimos para Taupo, como estábamos cortos de tiempo y acá todo cierra a las 6 de la tarde porque ya es noche, fuimos solo a ver el mirador del lago (el mayor lago de Nueva Zelanda) y seguimos ruta para las Waitomo Caves. Las rutas de la vuelta espectaculares, ríos, montañas, mucho bosque! Purificante!
Finalmente sobre las 6 llegamos a las famosas cuevas. Estaban
cerradas, pero eso no impidió nuestra aventura. En el centro de
información nos mandaron a la Reserva
Ruakuri donde hay un sendero por el bosque y las cuevas. En el
estacionamiento nos encontramos con una pareja que estaba linterna en mano
esperando que se hiciera de noche para entrar. Al principio no entendíamos cual
era la gracia de entrar de noche ya que el camino está 100% oscuro por la
maleza y las cuevas. Pero ahí agarramos las linternas y en fila india nos metimos al caminito sin saber adónde íbamos.
Era muy “Blair Witch Project” , siguiendo un sendero por el bosque,
escuchando un río por debajo siendo 15 personas con solo 4 linternas. El camino te llevaba por unos túneles, unos
puentes con la cascada abajo y finalmente dimos con la razón de ir a lo oscuro:
Los “glowworm” (estalactitas), sobre las paredes de la cueva se
veía todos puntitos azules , como si fueran estrellitas. En el final del camino
entrábamos a una cueva con un lago por debajo (donde aparecieron personas con una especie de ruedas de goma y trajes de buzo, que se meten
por el río al inicio y llegan al lago de esta cueva (Anuri creo que se llama) para ver estas lucecitas, eso ya con un guía no a lo gaucho). Salidos de la cueva
y volviendo por otra parte del camino por donde caía una cascada en las paredes
del camino estaba repleto de lucecitas, era un espectáculo impresionante y una
aventura nocturna muy divertida y sensorial!